miércoles, 4 de marzo de 2020

La proyección


  1. REALIZAR ACTIVIDAD LIBRE SOBRE EL TEMA.
  2. INVESTIGAR LOS TEMAS MARCADOS EN DE COLOR VERDE . escribir la información en el cuaderno. 
  3. EXPOSICIÓN DE LOS TEMAS  INVESTIGADOS (DEL PUNTO DOS), A TRAVÉS DE UN VÍDEO, el cual deberá ser entregado por medio de un dispositivo USB, solo el día DOMINGO  8 DE MARZO DE 2020, DE FORMA INDIVIDUAL.
  4. NO OLVIDAR LA EXPOSICIÓN PARA EL DÍA DOMINGO  8 DE MARZO DE 2020, GRUPAL.

La proyección
Es un mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias. En el caso de la proyección negativa, ésta ópera en situaciones de conflicto emocional o amenaza de origen interno o externo, atribuyendo a otras personas u objetos los sentimientos, impulsos o pensamientos propios que resultan inaceptables para el sujeto. De esta forma, se «proyectan» los sentimientos, pensamientos o deseos que no terminan de aceptarse como propios porque generan angustia o ansiedad, dirigiéndolos hacia algo o alguien y atribuyéndolos totalmente a ese objeto externo. Por esta vía, la defensa psíquica logra poner estos contenidos amenazantes afuera. Por su parte, la proyección positiva se da cuando el sujeto atribuye a otra persona cualidades dignas de ser admiradas, envidiadas o amadas; además, es un componente habitual —incluso necesario— en el proceso del enamoramiento. El tipo de proyección que el sujeto realice dependerá de su estructura psíquica y de la introyección que haga de sí mismo y su autopercepción.
Aunque el término fue utilizado por Sigmund Freud a partir de 1895 para referirse específicamente a un mecanismo que observaba en las personalidades paranoides o en sujetos directamente paranoicos, las diversas escuelas psicoanalíticas han generalizado más tarde el concepto para designar una defensa primaria.​ Como tal, se encuentra presente en todas las estructuras psíquicas (en la psicosis, la neurosis y la perversión). Por tanto, de manera atenuada, opera también en ciertas formas de pensamiento completamente normales de la vida cotidiana.
Con frecuencia se utiliza también el término como sinónimo de otro concepto psicoanalítico, el de transferencia. Aunque están relacionados, no significan exactamente lo mismo, siendo la proyección un concepto más amplio: la transferencia es una forma particular de la proyección, en la que los deseos inconscientes correspondientes a una situación relacional del pasado se reactivan y transfieren (proyectándolos) a una nueva constelación de relaciones presentes, como es el caso de la transferencia en el contexto de la relación terapéutica.

Variantes de la definición según las escuelas
Psicoanálisis
En el psicoanálisis clásico freudiano se entiende por proyección el mecanismo de defensa en el que impulsos, sentimientos y deseos propios se atribuyen a otro objeto (persona, fenómeno o cosa externa). Aparece tempranamente en la obra de Freud, por primera vez en un trabajo publicado en 1896 (y un año antes en una carta a su amigo Wilhelm Fliess) Nuevas puntualizaciones sobre las psiconeurosis de defensa, en un comienzo como defensa asociada a la paranoia:
En la paranoia, el reproche es reprimido por un camino que se puede designar como proyección, puesto que se erige el síntoma defensivo de la desconfianza hacia otros; con ello se le quita reconocimiento al reproche, y, como compensación de esto, falta luego una protección contra los reproches que retornan dentro de las ideas delirantes.
Sigmund Freud

Psicología analítica
Para la psicología analítica de Carl Gustav Jung la proyección consiste en una atribución de arquetipos alojados en la propia psique a personas o a objetos fuera del yo. En esta escuela se describe, por ejemplo:

·         La proyección del arquetipo de la madre en la madre personal o en otras mujeres, en el contexto del complejo materno, que puede transformarse en el origen de una variedad de trastornos psíquicos.

·         La proyección de la sombra —es decir, de aquella parte del psiquismo constituida por características, deseos o experiencias reprimidas, sobre todo aquellas que entran en conflicto con las normas sociales o que le causan vergüenza a quien las proyecta— sobre otras personas, con el fin de distanciarse de ella. Se trata aquí de un mecanismo de defensa para expulsar afuera las partes negativas de la personalidad propia.

La identificación proyectiva en la escuela de Melanie Klein
A partir de la proyección, Melanie Klein describió en 1946 un nuevo concepto, la «identificación proyectiva». Esta modalidad de la proyección, que va más allá del mecanismo descrito por Freud, surge en el contexto de sus investigaciones acerca de los mecanismos de defensa del yo en la infancia temprana, donde Klein lo relaciona con el sadismo infantil. Se trata de un mecanismo inconsciente de defensa que hace que partes del sí mismo se escindan y desprendan para ser proyectadas sobre otra persona introduciéndolas en el objeto, con el fin de tomar posesión de él y causarle daño. La identificación proyectiva constituiría, en palabras de Klein, «el prototipo de la relación de objeto agresiva».
Este concepto fue desarrollado luego por Otto F. Kernberg en el contexto de sus aportes a la discusión sobre la personalidad limítrofe (borderline).

Fundamentación gnoseológica
El caso Schreber


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